Opinión


Sobre un Plan Nacional, la generosidad de los políticos y y la hija de Rajoy.

Alfonso Anaya Hortal

Malas noticias,  la deuda se dispara, peores noticias, el paro sigue subiendo, los titulado españoles mejor preparados abandonan el país, siguen llegando inmigrantes ilegales a nuestras costas, Cataluña y Vascongadas caminan hacia la independencia a pasos agigantados, mientras tanto los comedores sociales de caritas se llenan día tras día….
Y la niña de Rajoy, con su ojitos azules me pregunta si tenemos algún plan para salir de esta situación, de desmoronamiento del país.
Tiene  razón la pequeña, la situación de colapso necesita urgentemente un PLAN  o PROYECTO NACIONAL, plan que debe ser conocido y explicado a la ciudadanía. El país necesita con urgencia de  un proyecto claro que contemple la senda por la que el país va a caminar en los próximos 5 ó 10 años. Que necesitamos hacer  sacrificios está claro, pero que estos sacrificios deben corresponder a un plan establecido,  es todavía más claro y justo. No podemos continuar en la situación de que cada viernes el Consejo de Ministros se reúne para tomar medidas sobre la marcha, medidas que suelen tener resultados no esperados. La política de Rajoy de no hacer nada para ver si las cosas mejoran solas es cuando menos inaceptable e irresponsable. España requiere de políticos que tengan un proyecto de recuperación del país y que tengan el coraje de llevarlo a cabo.
Los países que han remontado situaciones difíciles en la historia tenían un plan que en muchos casos se adornaban con adjetivos más o menos rimbombantes como Plan de Salvación Nacional,  Plan de Choque, Plan de Unidad Nacional, Plan de Recuperación…. Pongamos los adjetivos que queramos pero tengamos un Plan.
Los alemanes y sus satélites, tienen un Plan del que no se desvían lo más mínimo y su Plan es que España pague sus deudas a los bancos alemanes. Por el otro lado nuestro Plan… ni está ni se le espera.
Pero la pregunta lógica es  ¿Por qué no hay un Plan? En la opinión de este que les escribe es por una sencilla y a la vez trágica razón. Un Plan serio y riguroso que acabe con la crisis e inicie la recuperación económica a medio  plazo es posible, pero el coste político para el partido que lo aplique sería enorme, vamos que perderían sus ayuntamientos, autonomías y el gobierno de la nación y claro eso no interesa y como nos diría el ínclito Rajoy, no está en  la agenda, vamos, para que nos quede más claro,  que no toca... Los políticos prefieren nadar sin perder la ropa y de esta manera ni se nada y la ropa se acaba mojando.
La palabra mágica es GENERESOSIDAD. Necesitamos de políticos generosos que sean capaces de tener la valentía de sacarnos de la crisis aun a riesgo de perder sus prebendas y mamandurrias y eso en nuestra rota y depauperada España no es viable. Primero el partido, luego yo y que los que vengan detrás tiren del carro. Y se equivocan, no lo duden señores,  porque con la inactividad y el dejar pasar a ver si se arregla la situación con el tiempo no solo perderá España si no que finalmente ellos y sus partidos se hundirán en la miseria.
La incertidumbre de la falta de un Plan hace que:
-          los inversores no inviertan, no vaya  a ser que saquen una ley que me perjudique…
-           los ciudadanos no gasten, no vaya ser que me compre una casa y luego me la expropien  o me pongan una multa por no alquilarla,…
-          y que  las empresas no contraten no vaya a ser que….
CERTIDUMBRE es  saber hacia dónde vamos y que pasos vamos a seguir en los próximos años, es fundamental.
Le contesto a la pequeña hija de Rajoy, que me mira desde su sillita,  que muy difícilmente saldremos pronto de la crisis si nuestros políticos del PP y del PSOE no quieren renunciar a sus intereses, si priman los votos o las encuestas a las soluciones, si  no tenemos un plan o determinación de llevarlo a cabo, estamos y estaremos hundidos, sin ilusión y renegando de la casta política que por su falta de Generosidad nos privó de un futuro mejor.
 Alfonso Anaya 

EL CRECIMIENTO ECONOMICO PASA POR LA BAJADA DE IMPUESTOS


ARTÍCULO DE OPINION
Inicio esta senda de reflexiones políticas desde la indignación que es cada día más común en mi vida y la de otros muchos. Con una perspectiva liberal económica, sin importarme el buenismo o lo políticamente correcto  afirmo:
EL CRECIMIENTO ECONOMICO PASA POR LA BAJADA DE IMPUESTOS
Aunque en principio parece obvio, los gobiernos del PSOE y del PP se empeñan en caminar en sentido contrario a la lógica económica.
Esta lógica aplastante nos dice que el dinero en manos de particulares favorece el consumo y que el consumo favorece la creación de proyectos empresariales, empleo e inversión. Si caminamos por la senda equivocada por la que venimos caminando los últimos años de aumentar el gasto público y subir todos los impuestos y tasas,  vemos la realidad en la que nos encontramos, un país donde las familias tienen cada vez menos dinero para gastar y eso conlleva en todos los casos cierres de empresas, desempleo y miseria para casi todos.

Pongamos como ejemplo los impuestos de la gasolina. Como saben todos más del 70% del precio de la gasolina corresponde a impuestos. Con una gasolina  a 1,50€ litro la población hace uso de los vehículos al mínimo lo que conlleva un desastre para la actividad económica de hoteles, restaurantes, y un montón de negocios. La población se queda en su casa y no gasta. Conclusión la actividad económica se deprime y es una catástrofe. Cualquier persona que viaja puede observar la diferencia de tráfico de hace unos años y de ahora… carreteras semivacías. Conozco, porque he vivido, en un país donde conocen esto perfectamente y se niegan a repercutir con impuestos a  la gasolina por ser un bien estratégico para la industria y las familias. Ese país recauda menos por impuestos de gasolinas pero en cambio recupera todo lo no recaudado por la propia actividad económica y mucho más.
Otro ejemplo: Todos tenemos en mente la subida del IVA del 16 % al 18% para ponerse al 21%... ¿Cuáles han sido los resultados para la economía? Un incremento mínimo en la recaudación comparado con el desastre en la bajada de consumo que ha ocasionado y en el aumento de la actividad en negro.
En definitiva si queremos reactivar la economía tenemos que tener claro que hay que bajar los impuestos y no subirlos bajo ningún concepto ni circunstancia , a no ser que el objetivo no sea tanto, que España se recupere como de mantener el gasto publico disparado por que interese a mi partido político, vamos que ande yo caliente…ríase la gente.
Alfonso Anaya 





De  EL MITO DE VOTANTE RACIONAL   (Bryan Caplan). Princenton Edition .
Por A.H.

Este interesante libro es un ensayo que trata de dar una visión económica de la política, buscando que las decisiones se basan en la racionalidad y no en los prejuicios tan comunes entre los humanos .
Ente los ciudadanos, y por tanto votantes, del mundo occidental existen una serie de tendencias comunes , que condicionan seriamente sus opiniones en muchos esferas:

1.- SENTIMIENTO ANTIMERCADO
El mercado bien entendido es una fuente de información y valoración de recursos escasos, pero esta enormente satanizado, se le trata con sospechas de manipulación por parte de poderosos.
El publico tiene dudas de que la búsqueda de beneficios privados genere resultados positivos para la sociedad en su conjunto, de hecho se opina lo contrario. Se devalúa la disciplina que impone la compentencia en el mecanismo de fijación de precios y competitividad
de individuos, empresas y países.
El problema es que el mercado libre raramente existe, se parece mas a un oligopolio controlado por unos pocos (telefonía, petróleo, banca, etc).
2.- SENTIMIENTO  ANTIEXTRANJERO.
En  todas las sociedades se trata con sospecha a los extranjeros. Pese a los muchos años de experiencias en sentido contrario, hay una tendencia general a minusvalorar los beneficios económicos de las relaciones con el exterior y a tratarles con sospecha,  como individuos que vienen a quitarnos nuestra riqueza y trabajo.
De aquí al racismo y xenófila , hay solo un paso.
3.-  PRO TRABAJO.
Esto lo vemos también muy claramente en nuestro país. Los gobernantes y ciudadanos valoran sus logros por el numero de personas empleados (tasa de paro, actividad, afiliados a la Seguridad Social), no por la productividad y resultados de su trabajo.
El ahorro de mano de obra de trabajo, la producción de los mismos bienes con menos recursos, menos tiempo, no se ve en general como un logro sino como algo negativo , pues implica la destrucción de puestos de trabajo cuando en realidad es la esencia del progreso: producir mas
con menos.
Para muchos gobernantes tener personas empleadas, en actividades poco productivas o incluso generadoras de perdidas (TV publica ,  Santana Motor, Per , etc) no es un problema y de hecho las financian con sumo agrado con nuestros impuestos naturalmente. Ahorrar trabajo tiene unos beneficios económicos evidentes, siempre y cuando estas personas se
puedan reciclar a otras actividades mas productivas.
Si nuestra sociedad fuera capaz de generar suficientes recursos y las personas dispusiéramos de todo nuestro tiempo para el ocio, el paradigma económico alcanzaría su perfección, el máximo bienestar con el mínimo esfuerzo , y de hecho esta es la tendencia general de
nuestra sociedad occidental, aunque muchos se empeñen en no verlo.  La mejora de los estándares de vida desde el siglo XIX se ha realizado a costa de reducciones de trabajo siempre ( los fines de semana, vacaciones, jornadas semanales mas cortas , etc) , que esto conduzca a la felicidad es otra historia sobre la que los psicólogos tendrían
mucho que decir.

4.-  TENDENCIA AL PESIMISMO.
Aunque parece sorprendente, los humanos tenemos una tendencia natural negativa  a la hora de valorar nuestro futuro. Hay una tendencia a sobrevalorar la gravedad de los problemas sociales y económicos y a minusvalorar los logros pasados y presentes de nuestra sociedad.
Esperamos que las situación económica se deteriore, que haya crisis, que políticamente se agudicen los conflictos, que nuestra salud se deteriore repentinamente, etc.  En todas las culturas hay permanentemente una sensación de caída, decadencia.
La realidad es que cuando analizamos al cabo de  años la situación, aquellas expectativas raramente se cumplen y siempre somos capaces de adaptarnos a las nuevas situaciones, algo excepcional en el ser humano. De hecho ni nuestros estándares de vida bajan, ni los recursos
se agotan, ni los salarios bajan ni la desigualdad aumenta, salvo en muy contadas circunstancias.
Todos estos puntos creo que se están viviendo de una manera muy
interesante en nuestro país en los últimos años.

A.H.
Salamanca

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